ESTE, QUE OCULTO LLEVO EN LA MATERIA
el dolor es éste el verdadero;
que fuerte yergue a veces su cabeza,
e inunda de rugido amedrentado
la soledad del mar. O muere y vive,
empero, sin llegar a la conciencia,
urdiendo en el silencio sus más tristes
derrotas; cuando ya en aquella espera
a cegarme me atrevo en rascacielos
de inteligencia, como un cielo oscuro
más que el otro reflejo del asfalto.
Dolor; tanto ya me hundes en las sombras,
que el caminar de los deformes sueños
amenaza llevarme para siempre.
Poema que cierra el libro Introduccion a la tierra, Zarautz, Universidad del Pais Vasco, 1991.